Escrito por: @lizkefotografie
Los ciclistas, y también triatletas, disponen, por lo general sus propias bicicletas y con frecuencia, se plantean llevarlas consigo a las distintas competiciones, training camps o vacaciones ciclistas. Llevarte tu propia bicicleta te garantiza un buen feeling sobre ella: os conocéis. y en ese sentido, la comodidad está asegurada – pero aparte de eso, viajar con tu propia bicicleta puede suponer mucho estrés: "¿Cómo empaqueto la bicicleta de una forma segura? ¿Qué compañía aérea me permite transportarla y qué coste extra me va a suponer? ¿Cómo voy desde el aeropuerto, y hasta el aeropuerto, con todo ese equipaje? ¿Y si tengo algún problema mecánico en el destino?"
Estoy segura de que os habéis planteado todo esto en alguna ocasión, y si es así, tengo una gran recomendación para vosotros: simplemente, alquilad una bicicleta.
La gente a menudo piensa que por lo general, las bicicletas de alquiler son bicicletas que no se encuentran en buenas condiciones – pero quiero deciros que eso... ¡no es así! Seré honesta, la bicicleta que alquilé en Berganti Bikes estaba incluso en mejores condiciones que mi propia bicicleta de carretera: las marchas funcionaban perfectamente, también los frenos de disco, y el cuadro, era prácticamente nuevo: los mecánicos las mantienen en condiciones óptimas. Y lo que es también importante, los alquileres ofrecen muchos tipos de geometrías diferentes, por lo que cualquiera de nosotros puede encontrar una bicicleta que se adapte perfectamente a nuestras necesidades.
¿Y si además quiero cambiar un día la bicicleta de carretera por una MTB? O quizá quiero combinarlo con entrenamientos de running o natación y no necesito la bicicleta todos los días… ¿Por qué estresarme cuando simplemente puedo alquilar una bicicleta y centrarme en entrenar y disfrutar?
Como triatleta, viajo a menudo a las carreras con mi propia bicicleta por lo que al menos, para mis entrenamientos, quiero que todo me resulte lo más sencillo posible.
Dejé mi bicicleta en casa, viajé con una pequeña mochila y recogí una bicicleta de carretera en perfecto estado que estaba esperándome a mi llegada. Rodé muchísimos quilómetros y tras ello, la devolví a la tienda. ¡Más sencillo... imposible! :)